Tomando Acción: Cómo Logré Mis Metas y Superé las Excusas

En la vida, todos tenemos sueños y aspiraciones que deseamos perseguir. Ya sea aprender una nueva habilidad, aprender un nuevo idioma o simplemente mejorarnos a nosotros mismos, siempre hay algo pendiente en nuestra lista de tareas. Pero con demasiada frecuencia, nos encontramos atrapados en un ciclo de procrastinación, excusas y postergación de nuestros sueños para otro día.

Afrontémoslo: todos hemos estado ahí en algún momento.

Nos decimos a nosotros mismos que comenzaremos mañana, la próxima semana o tal vez incluso el próximo año. Pero en el fondo, sabemos que estas son solo promesas vacías que nos hacemos a nosotros mismos.

Para mí, esta realización golpeó duro hace un año, cuando comencé a leer historias de éxito de creadores de contenido que habían empezado sus carreras durante la pandemia, logrando en la mitad del tiempo lo que yo había estado trabajando durante años.

Si vas a hacer algo, hazlo bien

Durante más de seis años, he estado en YouTube, subiendo videos esporádicamente pero nunca dándole verdaderamente la dedicación que se merece. Es cierto que mi canal tuvo cierto éxito, pero sabía muy bien que podía hacerlo mejor. No fue hasta hace poco que decidí examinarme a mí misma y mis esfuerzos.

Era hora de darlo todo o renunciar, y renunciar no está en mi naturaleza.

El primer paso fue hacer un inventario de mi vida. Fue aquí que me di cuenta de que había estado navegando en la mediocridad durante demasiado tiempo.

Era hora de romper el ciclo de excusas y tomar acción, o de lo contrario sentía que estaría atrapada en ese ciclo perpetuo de estar deseando llegar a un destino al que nunca llegaría.

Lograr mi cinturón azul en Jiujitsu fue un punto crucial en mi trayectoria y un ejemplo claro del poder de la claridad y acción enfocada.

A pesar de comenzar mi viaje al mismo tiempo que mis esfuerzos en YouTube, seguía siendo un cinturón blanco. Con mucha determinación y enfoque, fijé mi objetivo en esta meta y lo hice realidad.

La realización más impactante de todas fue aprender que todo lo que tenía que hacer era establecer la intención: tener una claridad total sobre la meta que me había propuesto y avanzar. Después de solo 3 meses de claridad, recibí mi cinturón azul, pero como podrán darse cuenta, no fue hasta que no me lo propuse deliberadamente que lo pude lograr.

Otra parte crucial para superar los obstáculos autoimpuestos es identificarlos. Comencé escribiendo cada obstáculo que pude identificar como me fue posible.

Por ejemplo, me dí cuenta de que cada vez que pensaba que tenía que hacer un video, tenía mil y un razones por las cuales o no podía o no tenía tiempo o el equipo necesario para llevarlo a cabo.

Esto tenía que cambiar, así que me compré una libreta cualquiera con el fin específico de escribir cada una de las excusas que se me presentaran.

¿El resultado? Una lista enorme de pretextos, unos más válidos que otros, pero al final del día pretextos.

Una vez los tuve todos escritos, me fue posible observarlos, y una vez identificados hice una lista sobre cómo combatirlos.

Que si donde vivo es muy oscuro y la calidad de la luz es mala para grabar, o que si no puedo hacer ejercicio ese día porque tengo me duele la muñeca - no importa. El primer obstáculo se arregla saliendo a grabar al aire libre, o comprándome las luces necesarias para grabar un video de calidad, y el segundo se arregla entrenando otra parte del cuerpo ese día en particular.

Y así lo fui haciendo, poco a poco, hasta que se volvió parte de mi día a día el hacer inventario de mi progreso y de mis pretextos y obstáculos impuestos por mí misma.

Entonces, ¿cómo puedes replicar esto tú mismo? ¿Cómo puedes finalmente sacarte de encima el posponer interminablemente tus sueños y objetivos?

Bueno, primero se necesita claridad, luego un plan y luego tomar acción masiva y enfocada. Pero sobre todo: necesitamos ser pacientes con nosotros mismos.

La vida es demasiado breve para pasarla anhelando haberla vivido de otra manera.

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