La mayoría intenta mejorar lo que produce.
Pero, ¿y si empezáramos por lo que consumimos?
He aprendido más de los podcasts correctos que en la mayoría de mis años en la escuela.
No hablo de los que solo suenan de fondo, sino de los que te retan a pensar distinto y amplían tu perspectiva.
Y mejor aún: los que te inspiran a tomar acción y te dan herramientas reales para la mente.
Cada vez me convenzo más de esto:
💡 Eres lo que consumes.
Y eso incluye comida, entretenimiento, conversaciones, los lugares en los que pasas tiempo… y tal vez lo más importante: los pensamientos que repites.
Tus conversaciones internas.
Así que me pregunto seguido:
→ ¿Qué me sale cuando abro redes sociales?
→ ¿A quién estoy escuchando, aprendiendo o dejando entrar en mi cabeza?
→ ¿Esto me suma o me resta?
→ ¿Qué diálogo interno me estoy repitiendo?
Preguntas incómodas. Pero necesarias.
Porque desde que empecé a prestar atención a esto…
mi forma de crear y navegar mi día a día cambió por completo.
Hoy el post fue corto, pero espero que te haya inspirado 🤝
Bea
